Las lecciones de Meg March y mi nueva familia en el Teatro Sanpol
Cuando me llamaron para decirme que había sido elegida para interpretar a Meg March no tenía ni idea de lo que esto iba a suponer para mí.
Para empezar, esta noticia me hizo mucha ilusión, porque cuando era pequeña vi la película de Mujercitas de 1949 donde Janet Leigh interpretaba a Meg y recordaba perfectamente la historia y lo mucho que me gustó.
Ahora, me llena de emoción acercar a los más pequeños y pequeñas de la casa las aventuras de Meg, Amy, Jo, Beth, Laurie, Mami, Tia March y John, los personajes creados por Louisa May Alcott en su novela.
Pero además, Meg me ha ayudado muchísimo a crecer como profesional. Es un personaje muy complicado porque está lleno de contradicciones.
La mayor de las March siente que es el momento de dejar atrás la infancia y de convertirse en una mujer adulta, pero aún disfruta jugando con sus hermanas. Mostrar estos sentimientos en escena ha supuesto para mí un reto muy emocionante.
Y si día a día consigo rozar este objetivo, es porque cuento con un equipo de ensueño. Somos una familia. Una familia que se escucha y se anima si el día está torcido. Mis compañeros y compañeras están siempre ahí y gracias a eso puedo desconectar de mis miedos e inseguridades.
Nada importa cuando entro por la puerta del Teatro Sanpol para hacer está obra. Me siento en casa y , sobre todo, feliz.
Gracias a todos por acompañarme en este viaje: Ana María, Miguel, Natasha, Julio, Marina, Mario, Mireia, Carla, Natalia, Karmele, Jaime, Manu, Javixu, Victor, Arturo, Mario Pera, Joaquin, Aday, Alicia, Emilio Nicolás.
Fotografía de Emilio Tenero.