Aventuras en concierto y fuera de escena
Hoy, os vengo a hablar de "Crispina y Molinilla", mi proyecto más importante. En él no sólo soy actriz. También soy compositora y dramaturga.
A mí me gusta interpretar todo tipo de personajes. Cualquier oportunidad es buena para crecer, aprender y superar retos diferentes, pero con Crispina y Molinilla todo se multiplica por mil.
Ahí no tengo sólo la preocupación de interpretar bien a un personaje, llegar al público y emocionarlo. Va mucho más allá: Muestro mi visión de lo debería ser el teatro y la música infantil. Compongo canciones que sirven para transmitir valores a los peques de la casa. O eso creo yo. Me arriesgo al hablar de temas que no son habituales como la diversidad familiar o la ciencia. Y lo hago con el objetivo de ofrecer a las niñas y a los niños una experiencia enriquecedora y alternativa, para que piensen, se cuestionen las cosas y desarrollen su personalidad y su propio criterio.
Este domingo, volví a calzarme los zapatos de Crispina para poner en escena “Aventuras en Concierto” un concierto dramatizado que responde a todo lo que os he contado antes.
Hemos apostado por una escenografía minimalista para dar más protagonismo a las canciones y a los personajes. Así que, junto a mi inseparable amiga y compañera Jenni Casado, mi Molinilla, me lancé a la piscina.
Y por sí el reto no fuera poco, también me atreví a cantar un tema acompañada por el piano, y otro por el ukelele.
Da muchísimo miedo, exponerse hasta ese punto. Y crear algo desde la nada
pero también te produce una inmensa felicidad, es un viaje apasionante y lo volvería a hacer una y mil veces más.